En clase de lengua nos han dicho que escribamos una carta a Olentzero. Pero no la tipica carta, no. La carta debe de estar llena de buenos deseos de paz y felicidad para todo el mundo. Y esta es mi carta.
Quiero que la gente sea libre en sus opiniones, que no le dicten lo que tiene que hacer o decir.
Cuando pienso en los niños africanos me doy cuenta de la suerte que tengo de tener colegio y padres que me quieren y que me dan lo que necesito...
PD: También me podrías traer un perrito abandonado, yo lo cuidaría con todo el cariño del mundo
y, si lo piensas, habría un perro abandonado menos en el mundo