Marcos Rodrigez nació en una familia pobre. Su familia se portaba mal con él y dormía en el establo con los burros. Comía la cebada del ganado porque sus padres no le daban otra cosa de comer. Harto de que su padre lo tratara mal y con desprecio aprovechó que le mandaban a cuidar la cabras y se escapó cuando tenia siete años. En el bosque dormía con zorros y lobos y su mejor amiga era una culebra. Hasta que un guardabosques lo encontró y avisó a la guardia civil que le devolvió al mundo de las personas civilizadas.
Ahora que han encontrado a Marcos Rodrigez, Gerardo Olivares está utilizando su vida y las cosas que le han pasado para rodar un película sobre él. En ella aparecerá lo que hacía cada día: Como comía, con que dormía en donde, de que se alimentaba, con quien jugaba...
En realidad no es el único chico que se escapo y vivió la jungla con los animales. De hecho hay ciento treinta y siete casos conocidos de niños que se perdieron o fueron abadonados en el bosque y consiguieron sobrevivir gracias a la ayuda de animales salvajes.
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